Este proceso sencillo tiene dos grandes ventajas: prolonga la durabilidad de muchos licores, especialmente de los que contienen
frutas frescas, y logra que los líquidos queden transparentes.
Para realizar un buen trabajo, utilice un filtro de tela (con dos capas de muselina o una de algodón) esterilizado, o
uno de papel (de los que se usar para el café].
La tarea es muy simple: coloque el filtro dentro de un embudo, acomode ambos elementos en el pico de la botella y, luego,
vierta el liquido que desea filtrar.
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